La Gran Comisión: difundir el evangelio en el cristianismo

La Gran Comisión es uno de los mandatos más importantes en el cristianismo. Se encuentra registrado en el Evangelio de Mateo, capítulo 28, versículos 19-20, donde Jesús les dice a sus discípulos: "Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a cumplir todo lo que os he mandado. Y yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Esta comisión es considerada una responsabilidad fundamental para todos los seguidores de Jesús y tiene como objetivo principal difundir el evangelio a todas las personas.
¿Qué es la Gran Comisión y por qué es importante?
La Gran Comisión es el mandato que Jesús dio a sus discípulos de predicar el evangelio y hacer discípulos en todas las naciones. Es importante porque es la misión principal de la iglesia cristiana, que es llevar el mensaje de salvación a todas las personas y ayudarles a crecer en su fe. La Gran Comisión es un llamado a compartir el amor de Dios, llevar esperanza a los perdidos y transformar vidas a través del poder del evangelio.
¿Cuál es el rol de los cristianos en la Gran Comisión?
El rol de los cristianos en la Gran Comisión es ser testigos de Jesús y llevar su mensaje de salvación a todas las personas. Esto implica compartir el evangelio de forma verbal, pero también vivir vidas que reflejen el amor y los valores de Cristo. Los cristianos son llamados a ser luz en medio de la oscuridad, a amar a sus prójimos y a hacer discípulos de todas las naciones. No importa la edad, el género o la posición social, todos los creyentes tienen un papel importante en la difusión del evangelio y en cumplir la Gran Comisión.
¿Cómo cumplir la Gran Comisión?
Para cumplir la Gran Comisión, es necesario tener una relación personal con Jesús y ser llenos del Espíritu Santo. Esto nos capacita para ser testigos eficaces y nos da el poder para cumplir el mandato de Jesús. Además, es importante tener un corazón dispuesto a obedecer y seguir las instrucciones de Dios. Esto implica orar por las oportunidades de compartir el evangelio, estar atentos a las necesidades de las personas a nuestro alrededor y buscar maneras prácticas de servir y mostrar el amor de Cristo. También es importante estar dispuestos a dar nuestro tiempo, recursos y talentos para apoyar la obra misionera y participar en proyectos que difundan el evangelio en todo el mundo.
Conclusión
La Gran Comisión es un llamado a difundir el evangelio y hacer discípulos en todas las naciones. Es la misión principal de la iglesia cristiana y un mandato directo de Jesús. Cumplir la Gran Comisión implica compartir el mensaje de salvación, vivir vidas que reflejen el amor de Cristo y estar dispuestos a dar nuestro tiempo, recursos y talentos para apoyar la obra misionera. Al cumplir la Gran Comisión, estamos cumpliendo el propósito que Dios nos ha dado y contribuyendo a la expansión del reino de Dios en la tierra.
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