La coraza: protección divina en la batalla espiritual según la Biblia
En la Biblia, se menciona la importancia de estar preparados para enfrentar la batalla espiritual que nos rodea. Se nos insta a ponernos la coraza de Dios para protegernos de los ataques del enemigo. En este artículo, exploraremos qué es la coraza y cómo nos brinda protección divina en nuestra vida espiritual.
¿Qué es la coraza y por qué es importante?
La coraza es una pieza de armadura que cubre y protege el pecho y el corazón del soldado. En la Biblia, la coraza simboliza la justicia de Dios y su protección sobre nosotros. Es importante ponernos la coraza porque nos protege de los ataques del enemigo y nos ayuda a mantenernos firmes en nuestra fe.
¿Cómo podemos ponernos la coraza?
Para ponernos la coraza de Dios, necesitamos vivir una vida justa y obediente a sus mandamientos. Esto implica vivir en rectitud, evitando el pecado y buscando la voluntad de Dios en todas las áreas de nuestra vida. También implica confiar en la obra de Jesús en la cruz, quien pagó el precio por nuestros pecados y nos reconcilió con Dios.
La coraza y la armadura de Dios
La coraza es solo una parte de la armadura de Dios, que se menciona en Efesios 6:10-18. Esta armadura incluye también el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el calzado del evangelio de la paz, el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Cada una de estas piezas nos brinda protección y nos ayuda a permanecer firmes en nuestra fe.
La importancia de la coraza en la vida cristiana
En la vida cristiana, enfrentamos constantemente ataques espirituales que intentan debilitar nuestra fe y desviarnos del camino de Dios. La coraza de Dios nos protege de esos ataques y nos ayuda a mantenernos firmes en nuestra relación con Él. Al ponernos la coraza, estamos reconociendo nuestra dependencia de Dios y su poder para protegernos.
Conclusion
La coraza es una pieza esencial en la armadura de Dios que nos brinda protección divina en la batalla espiritual. Al ponernos la coraza, estamos protegiendo nuestro corazón y nuestra fe de los ataques del enemigo. Es importante vivir una vida justa y confiar en la obra de Jesús para poder ponernos la coraza y enfrentar con valentía los desafíos espirituales que se presentan en nuestra vida cristiana.
